Beseech

Beseech
By Martín De León

Ask yourself.
Ballooned by your own body—looking up to see your face violently falling from the Earth’s inner eyelid that is the sky—is there anything you wouldn’t do for you? The body is an essay. Your eyelids blink silent supplications hoping you’ll hear yourself see.
Your mouth is a closed parenthesis to a question waiting to be born.
(If not now, when?)
In his exhibit of 30 mixed media works, Beseech, Justin Earl Grant creates a phantasmagoric universe of portraits that depend on you. Haunting you like a prayer in a language you don’t speak. Printed on handtorn photographic backdrop paper, each portrait is interrogative. Everybody going thru it. The mixed media pieces are composed of graphite, ink, oil, pastel, chalk pastel, and watercolor. Each untitled piece is filled with jagged swords of noisy light wishing a tiny death upon silence.
Portraits, for the first time, makeup an entire show by Justin Earl Grant. Where his early work focused on the glory of abstraction, Beseech, affirms the human-sized hole that is our reality’s sun. The ghost of this exhibit began as a remix of Henri Matisse’s 1905 painting, The Green Stripe, and grew to include a secret royal family (go find them) and a newly incorporated technique where Grant dipped works in beeswax (i am trapped in this parenthesis please call my parents) to create a muted hum eternalizing the agony of time.
Beseech reminds us that to remember is to impose a gentle terrorism upon oneself. We must beg of ourselves with all the weight of being alive. Asking for help is a horror, but Grant’s portraits show us no greater pain exists than failing to show up for yourself. Yet a hope stubbornly hides in these works. Unshaped, screaming, grabbing you by the throat.
Asking you.
Will you help me?

Beseech (Súplica)
By Martín De León

Pregúntate.
Rodeado por tu propio cuerpo—mirando hacia arriba para ver tu rostro caer violentamente desde el párpado interno de la Tierra que es el cielo—¿hay algo que no harías por ti? El cuerpo es un ensayo. Tus párpados parpadean súplicas silenciosas esperando que te oigas ver. Tu boca es un paréntesis cerrado para una pregunta que espera nacer.
(Si no es ahora, ¿cuándo?)
En su exposición de 35 obras de mixed media, Beseech, Justin Earl Grant crea un universo fantasmagórico de retratos que dependen de ti. Te persiguen como una oración en un idioma que no hablas. Impresos en papel fotográfico rasgado a mano, cada retrato es interrogativo. Todo el mundo atravesando lo suyo. Las piezas mixtas están compuestas de grafito, tinta, óleo, pastel, pastel al óleo, pastel de tiza y acuarela. Cada pieza sin título está llena de espadas dentadas de luz ruidosa que desean una pequeña muerte sobre el silencio.
Por primera vez, los retratos conforman una exposición completa de Justin Earl Grant. Donde su obra anterior se enfocaba en la gloria de la abstracción, Beseech afirma el agujero del tamaño humano que es el sol de nuestra realidad. El fantasma de esta exposición comenzó como una remezcla de la pintura de Henri Matisse de 1905, La raya verde, y creció hasta incluir una familia real secreta (ve a encontrarlos) y una técnica recién incorporada en la que Grant vertió cera sobre ciertas obras (estoy atrapado en este paréntesis por favor llamen a mis padres) para crear un murmullo apagado que eterniza la agonía del tiempo.
Beseech nos recuerda que recordar es imponer un terrorismo suave sobre uno mismo. Debemos suplicarnos con todo el peso de estar vivos. Pedir ayuda es un horror, pero los retratos de Grant nos muestran que no existe mayor dolor que fallar en presentarse por uno mismo. Sin embargo, en estas obras se esconde tercamente una esperanza. Informada, gritando, agarrándote por la garganta.
Preguntándote.
¿Me ayudarás?

The exhibition Beseech is partially funded by the City of Houston though the Houston Arts Alliance.